Quise compartir mi poesía, mis poetas.
Pero la poesía no se lee jugando al dominó.
Él duerme.
El reloj me tortura. La distancia me envuelve.
Caigo en el trillado 'tan cerca pero tan lejos'.
Él me desespera.
Yo no duermo.
Mientras jugaba a quererlo,
Me olvidé que era un juego.
Ahora la única que juega soy yo.
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